miércoles, 28 de septiembre de 2011

Arte gotico flamenco y holandes-Andrea Lita.H-2B

UNIVERSIDAD TECNOLOGICA EQUINOCCIAL
HISTORIA DEL ARTE II
ARTE GOTICO FLAMENCO Y HOLANDES
FLAMENCO:
Dentro de la pintura flamenca existen varias escuelas: la italianista y la reaccionaria durante los siglos XV al XVI, y la naturalista o colorista de la Escuela de Amberes del siglo XVII.
Las dos primeras hacen referencia a la pintura de los Países Bajos que surgió dentro del Renacimiento Europeo. Estaban formadas por un conjunto de artistas relativamente aislados de la revolución del Renacimiento y algunos, como la escuela reaccionaria, contrarios a influencias italianizantes.
Aún conservaban rasgos del estilo gótico, técnicos, como el uso de la tabla en lugar del lienzo, y temáticos, sobre todo religiosos y espirituales. Sin embargo, su habilidad detallista e intereses les impulsaron a investigar y a descubrir de forma empírica la perspectiva, a perfeccionar la técnica del retrato al que dotaron de gran profundidad psicológica y a reivindicar el paisaje como tema pictórico.
Su concepción medieval del artista como artesano evitó que muchos de estos pintores fueran conocidos puesto que bastantes no firmaban sus obras hasta bien avanzado el siglo XVI. Tampoco se entregaron demasiado a la reflexión sobre su arte por lo que son escasas las biografías y los tratados sobre sus técnicas, aunque alguno nos ha llegado.
De la pintura flamenca se pueden observar obras maravillosas en España, ya que sus reyes fueron admiradores de su pintura. Destacan por su importancia los depósitos del Museo del Prado, como por ejemplo el retablo del Descendimiento de Van der Weyden.
Contexto histórico y geográfico
Con frecuencia nos referimos a esta pintura con la expresión “Primitivos flamencos”, dando a entender que se trata de un arte que no ha alcanzado su plenitud, que es torpe, ingenuo, etc. Este término surgió cuando se tomó como punto de referencia el arte del Renacimiento, y se tomaba la Edad Media como una época de tinieblas.
Desde luego, nada más lejos de la realidad. Cuando nace esta espléndida escuela, la pintura de los Países Bajos tiene tras de sí una larga historia, con momentos tan excelentes como los que corresponden al Románico y al Gótico Internacional. Por otro lado, seguimos llamándolo “flamenco”. Pero Flandes solo constituye una parte de los Países Bajos. Por tanto; lo más justo sería rebautizar este arte como el propio de los Países Bajos.
Durante el siglo XV se darán unas circunstancias favorables que colaborarán en la creación de una importante escuela de pintura en esta zona de Europa. En esta época las ciudades más destacadas de este territorio eran Gante, Brujas e Ypres, pues todas ellas formaban nudos de enlace entre las redes comerciales que unían el norte europeo con el resto del Occidente conocido. Esta región conformaba el denominado ducado de Borgoña, cuyos gobernantes, los duques, habían sido mecenas del arte gótico. Poseía una alta densidad de población, de las más altas de Europa, con una concentración urbana también superior a la media europea, donde eran varias las ciudades destacadas, ricas, con comerciantes importantes y numerosos artesanos.
Santa Bárbara, 1438, Museo del Prado de Madrid. La minuciosidad en el detalle es una de las características más notables de la pintura flamenca, como puede apreciarse en el paisaje que se contempla a través de la ventana de esta tabla de Robert Campin.
Además, ya desde 1380 aproximadamente, a causa de la Guerra de los Cien Años, París dejó de ser la capital artística que había sido hasta entonces. Así que quienes antes emigraban, ahora se quedan y trabajan para la burguesía de las ciudades o los grandes comerciantes europeos, sobre todo italianos y españoles, que apreciaban cada vez más su arte.
En aquel momento fue cuando en Tournai residió Robert Campin y, casi al mismo tiempo, en Gante, Humberto van Eyck. Un poco después apareció Jan van Eyck, hermano del anterior y más joven que él. Fueron, seguramente, los que revolucionaron la pintura, perfeccionando el uso del óleo con importantes consecuencias sobre el resultado final, usando colores de gran calidad, obteniendo extraordinarios efectos con las veladuras, etc.
En el cambio del siglo XV al XVI los artistas ya comenzaban a percibir los ecos del Renacimiento italiano. En 1477 el ducado, estimado por su relevancia económica, pasó a la corona austriaca de Habsburgo,. Los Habsburgo tenían una rama española desde la época de Carlos I, la dinastía de los Austrias, lo que determinó que el arte español del Renacimiento y el Barroco estuviera íntimamente relacionado con las formas flamencas.
Pese a la progresiva aceptación del Renacimiento, los artistas siguieron siendo fieles a la propia y rica tradición, ya que se trataba de algo aún vivo y con capacidad de creación. Muchos no renunciaron al buen oficio, al gusto por el detalle, al realismo en los retratos o al paisaje que se constituye en protagonista de sus obras en muchas ocasiones.
Características técnicas
La pintura flamenca carece de precedentes en gran formato, a excepción de las vidrieras. Pero sí en las miniaturas, sobre las cuales posee una larga tradición de excepcional calidad. Esto determinará algunas características del arte flamenco, como serán el empleo de colores brillantes, que recuerdan a los pigmentos usados para la iluminación de las miniaturas. También el detallismo aplicado a estas pequeñas obras maestras se transmite a la pintura de gran formato. Este rasgo lo permite en gran medida el avance técnico que sobre el óleo que ya existía, pero tenía un proceso de secado tan lento que no lo hacía demasiado útil.
Los pintores flamencos del s. XV no inventaron la técnica al óleo, pero si se encargaron de aplicarla sistemáticamente, contribuyendo a su consolidación y difusión durante el siglo XV y XVI. Utilizaban tintas fluidas y transparentes, aplicadas por medio de veladuras para obtener las luces, para sombrear delicadamente, o para matizar el color del fondo.
Los flamencos usaban una técnica mixta de temple y óleo. Una primera capa, normalmente al temple, se usaba para definir el dibujo y el modelado con sus luces y una ligera indicación del color. La siguiente capa, al óleo, servía para que el artista se dedicase exclusivamente a la representación del efecto cromático.
Conservaron como soporte, sin embargo, la tabla, que había sido el más importante durante la Baja Edad Media, a pesar de que en Venecia ya se estaba empezando a generalizar el uso del lienzo. Esto es indicativo de lo íntimamente unidos que estaban los conceptos de artista y artesano aún en aquella época.
Escuela Flamenca y Renacimiento
El suyo fue un avance técnico y artesanal que nada tiene que ver con el carácter intelectual y reflexivo de las primeras aproximaciones al Renacimiento que se dan en la Toscana al mismo tiempo. Los pintores de la Escuela Flamenca no recuperan la Antigüedad Clásica como modelo, ni se pone en cuestión el concepto artesanal del oficio. Aparte de trabajar para la corte, tenían clientes entre la burguesía y los comerciantes que residían en las ciudades.
Los flamencos no suelen teorizar sobre sus descubrimientos, o sobre las personalidades de sus artistas como hacían sus contemporáneos italianos. Se sigue trabajando en parámetros tardo-medievales, aunque ciertos autores, como Jan van Eyck, empiezan a tener conciencia clara de su arte particular y empiezan a firmar sus obras.
No existen apenas tratados de pintura flamenca de la época ni tampoco biografías de sus principales autores. Esta falta de elaboración teórica puede que responda a una vocación espiritual: mientras los italianos trataban de renovar el conocimiento del mundo mediante la medida humana, empleando para ello las ciencias y la razón, los flamencos vivían de cara a una experimentación religiosa o espiritual de lo visible.
Recuperación de la perspectiva
El Triunfo de la Muerte (Brueghel el viejo). Ejemplo de perspectiva caballera
Descubren, al tiempo que los italianos, la perspectiva lineal y la aérea, pero de manera empírica y no según un desarrollo matemático u óptico. El proceso de transición del planismo medieval a la perspectiva lineal del Quattrocento es lento, y los últimos siglos del Medievo transcurren en experimentos, tanteos y ensayos imperfectos para romper el plano pictórico y recuperar la tercera dimensión.
Entre estos tanteos puede contarse la llamada "perspectiva caballera" o "a vista de pájaro", consistente en representar la escena como si el pintor se hallase situado en un punto de vista elevado (como una persona que va a caballo), de manera que los objetos supuestamente más próximos al espectador se disponen en la parte inferior del cuadro, en primer plano, desde donde se van superponiendo en vertical a medida que se les supone más alejados, escalando el cuadro hasta su parte más alta, donde con frecuencia se dibuja la línea del horizonte.
Así se inicia tímidamente la sugerencia de la tercera dimensión en un retorno de la pintura hacia el mundo natural. Estos ensayos de "perspectiva caballera" se generalizan en el periodo de la pintura gótica, conocido como Gótico Internacional o Cortesano. Tales técnicas permiten una representación extremadamente naturalista del mundo, que se satura de símbolos espirituales.
Ya en el siglo XV, los pintores flamencos y alemanes utilizaban experimentalmente todo tipo de sistemas perspectivos, métodos empíricos en ocasiones como el del espejo convexo (utilizado por Jan van Eyck en su obra El matrimonio Arnolfini) para representar a modo de gran angular abarcando un espacio más vasto. El texto teórico que recoge los sistemas perspectivos nórdicos es el De artificiali perspectiva, de Jean Pélegrin, conocido como Viator, y que es el equivalente al Tratado de Alberti para la pintura renacentista.
Entre otros sistemas se recoge en este texto la llamada "perspectiva cornuta" conocida como perspectiva angular u oblicua, que fue un procedimiento utilizado por los pintores flamencos durante el siglo XV. Pero la representación de mayor interés en este tratado es la que trata del sistema "con punto de distancia". En realidad es similar a la perspectiva lineal albertiana, de la que parece una fórmula simplificada, de ejecución más fácil y clara, y que procede, desde luego, de la práctica de los talleres de pintura nórdicos.
Mientras que en los cuadros del Renacimiento italiano la luz tiene la función de hacer visibles los objetos y arquitecturas resaltando los valores volumétricos, en la pintura flamenca, en la que la perspectiva se aproxima más a la visión natural, el aire se palpa sensorialmente, como una realidad individual, como un elemento más que está presente en el cuadro. Se apuesta así por el uso de la gradación de color hacia grises azulados para los objetos lejanos, como haría Leonardo da Vinci en su "perspectiva aérea".
Temas
El tema religioso predomina en esta etapa, desde la recreación de pasajes bíblicos, hasta los referentes a la vida de santos o anacoretas.
Algunos, como el Bosco o Brueghel el viejo, pintan cuadros ejemplarizantes donde se describen los pecados y sus consecuencias o concepciones más bien filosóficas del mundo basadas en creencias o dichos populares. Para ello se ayudan de una desbordante fantasía de elementos y composición que logra comunicar a través de un lenguaje muy simbólico y sofisticado.
Reivindicación del paisaje
En un cuadro flamenco encontraremos una escena que siempre remite al paisaje, bien sea a través de una ventana, bien porque se desarrolle efectivamente al aire libre. Estos paisajes se realizaban sin apuntes del natural, con lo cual sus elementos estaban completamente estereotipados: la forma de las rocas, aristadas y sin vegetación, las ciudades en la lejanía, torreadas y de colores, los árboles en forma de pluma, con troncos delgados y largos, etc.
Los personajes se distribuían equilibradamente, bien en el centro si era uno sólo, bien simétricamente si eran varios. Las acciones eran muy comedidas y apenas se dejaban lugar al movimiento. Los personajes podían compartir pero jamás robar protagonismo al paisaje.
Retrato de Felipe el Bueno, de Roger van der Weyden.
El retrato
Flandes es, además, una de las primeras regiones en llevar a cabo retratos con penetración psicológica del modelo. El retrato típico flamenco, que será adoptado con éxito en España durante siglos, es el que capta al personaje de menos de medio cuerpo, no frontalmente, sino ligeramente girado sobre sí mismo, sobre fondo neutro de color oscuro, e incluyendo el rostro y las manos con algún símbolo.
El hecho de que el personaje aparezca levemente girado permite involucrarle en el espacio, el cual no se representa mediante trucos de mobiliario o fondo arquitectónico. Tan sólo la presencia de la figura, sobre un fondo perdido, insinúa la existencia del volumen y el espacio que ocupa.
Posteriormente, ya en el siglo XVII, en la escuela de Amberes el retrato flamenco evolucionaría hasta su máximo esplendor en un estilo más naturalista y colorista.
La Escuela Flamenca pasó por varios momentos, produciendo los pintores más destacados del norte de Europa, no sólo incluían a los originarios de Flandes, sino también de las ciudades vecinas. A lo largo del tiempo Amberes, Brujas, Leyden, Ámsterdam, etc. promovieron el arte de los Países Bajos e influyeron en toda Europa, especialmente España. La primera etapa de la escuela flamenca, ocurrida en el siglo XV y XVI la constituye el gótico-flamenco
"... Un primer momento en la pintura flamenca se da durante el gótico, llamándose «gótico-flamenco». También ha sido considerado como «Renacimiento nórdico» y «prerrenacentista»..." Se trata de un gótico con influencias renacentistas...Los llamados «primitivos» flamencos fueron los primeros en popularizar el uso de la pintura al óleo. Su arte tiene sus orígenes en la pintura de miniaturas del periodo gótico final...."

La concepción medieval del artista como artesano hizo que muchos no firmaran sus obras y por ende se desconozca sobre sus biografías, sin embargo, entre los pintores del gótico-flamenco o gótico tardío destacan:
Jan van Eyck (1390-1441), Hans Memling, Roger van der Weyden (1399-1464), Hugo van der Goes (1440-1482), Robert Campin (1378-1444) y Hieronymus Bosch llamado El Bosco. (1450-1516)

Esta corriente rechaza la exagerada belleza decorativa del gótico internacional. Los pintores flamencos colocan lo religioso en un mundo real, en un ambiente casi doméstico donde lo sagrado y lo cotidiano se combinan para obtener obras llenas de una profunda fe pero desarrolladas con gran naturalidad. Ejemplo de lo anterior es la Virgen y el Niño delante de una pantalla de chimenea de Robert Campin.
Robert Campin. “La Virgen y el Niño delante de una pantalla de chimenea”. 1430. 63 x 49 cm. Estilo gótico-flamenco. La Virgen se encuentra en un ambiente de extremada sencillez doméstica; en vez del halo dorado, la santidad se marca con una pantalla de paja. En el extremo izquierdo, a través de una ventana abierta se observa una vista panorámica de una ciudad activa, dominada por una iglesia gótica y edificios holandeses de la época. Estos pequeños paisajes son muy frecuentes en la pintura flamenca.
En la escuela flamenca, el retrato adquiere una nueva dimensión, se trata de resaltar la individualidad psicológica del sujeto. En algunos de ellos la figura se coloca frente a un fondo oscuro que no distraiga la vista y por lo tanto se concentre todo la atención en el modelo
Petrus Christus. Retrato de una joven muchacha. (30 x 22 cm.) Fue el pintor más importante de Brujas después de la muerte de su maestro Jan Van Eyck, Su pintura realizada al óleo con veladuras se caracteriza por la minuciosidad y los colores nítidos. La modelo anónima refleja dignidad, y una discreta sensualidad.
La escuela flamenca tiene su origen en las miniaturas, tal como se indicó anteriormente, de allí que el detallismo aplicado a estas pequeñas obras maestras se transmita a la pintura de gran formato. Esta característica se logra en gran medida por el avance técnico logrado por el óleo.
Hans Memling.- Desposorio místico de Santa Catalina. Óleo sobre tabla. (66 x 72 cm.) Posible alumno de Roger Van der Weyden. El tema ampliamente representado por la iconografía de los países bajos muestra a la Virgen y el Niño, rodeados por Santa Catalina y Santa Bárbara, la primera está sentada sobre los instrumentos de su martirio, la rueda y la espada y el Niño Jesús le coloca el anillo; la segunda lee tranquilamente al lado de la torre en la cual fue encerrada. La Virgen sentada bajo una pérgola de rosas es muy común dentro del arte alemán. En la obra abundan los detalles, los vestidos de las santas princesas, la alfombra e incluso un paisaje.
Jan Van Eyck.- Virgen del Canónigo Van der Paele.

La principal aportación de esta escuela es la utilización del aceite como aglutinante de los colores. El descubrimiento de la pintura al óleo no sólo implicó un enriquecimiento de la paleta cromática y que los colores se hicieron más brillantes, traslúcidos e intensos; sino que también se produjo una ilusión de la perspectiva a través de las "veladuras". Estas son capas de pinturas al óleo sobrepuestas que dan la sensación de profundidad, produciendo un fenómeno óptico llamado "trampantojo". El gran maestro de la pintura al óleo fue Jan Van Eyck, primero en desarrollar la nueva técnica y lograr de manera convincente la representación de la luz natural.
Otra de las características de la escuela flamenca es el nuevo realismo, lleno de dramatismo que influyó por toda Europa, hasta España y el Báltico donde se realizan numerosas crucifixiones y piedades de extraordinaria expresividad, como reacción de la terrible Peste Negra.

JAN VAN EYCK. (1390-1441)Trabajó en Brujas. Quizás es el más grande los pintores flamencos. Su estilo corresponde al gótico tardío y anuncia ya el renacimiento nórdico. Este periodo del arte flamenco se caracteriza por el naturalismo, por el uso de vivos colores al óleo, por la meticulosidad de los detalles y la representación del espacio tridimensional o uso de la perspectiva. La tridimensionalidad lograda por Van Eyck no es a través de un punto de fuga, sino por el uso de las "veladuras", es decir por la aplicación de tenues capas de óleos aplicadas unas sobre otras, con lo que se logra la reflexión de la luz y una sugestión de profundidad, es decir una perspectiva falsa llamada trompe d'œil o trampantojo.
Muchas veces se ha atribuido a Van Eyck la invención de la pintura al óleo, si bien esta técnica ya era bastante conocida en Flandes desde el siglo XIV, no obstante la perfecciona con la fórmula del secado rápido, invento que permite las mencionadas veladuras. Felipe II, el bueno lo nombro pintor de la corte, cargo que conservo hasta su muerte. Su obra más famosa es el Políptico de Gante o el Cordero Místico,
Jan Van Eyck.- Políptico de Gante, o el cordero místico.- Óleo sobre madera. 167 x 72 cm (paneles de arriba) 134 x 237 cm (tabla inferior)- Considerada obra fundamental de la pintura holandesa. La tabla superior central está presidida por la figura de Cristo en majestad, entre la Virgen y San Juan Bautista, intercesores de la humanidad. Continúan a ambos lados los ángeles cantores y las figuras desnudas de Adán y Eva. En la tabla inferior se representa la adoración del cordero por los habitantes de la ciudad celestial, repartidos en cuatro grupos: a la derecha un grupo formado por los obispos y cardenales con sus birretas de color rojo y otro por las santas vírgenes. A la izquierda observamos, un grupo de personalidades del antiguo testamento y varios paganos prominentes, entre ellos el poeta romano Virgilio, vestido de blanco y tocado con una corona de laurel y atrás el cuarto grupo formado por hombres y mujeres de la Iglesia. La sangre del cordero cae en el cáliz y simboliza la celebración de la eucaristía. Los cuatro ángeles centrales portan los instrumentos de la pasión de Cristo, la columna en la que fue azotado, los clavos de la crucifixión, la lanza que le perforó el costado y la esponja utilizada para aplacar la sed. El Espíritu Santo esparce la luz por todo el prado. La fuente de la vida aparece debajo del altar, tiene forma de pila bautismal y representa la vida eterna.


Van Eyck. La Virgen del Canciller Rolin. 1435. Óleo sobre madera 66 x62 cm. Museo del Louvre. Escuela Flamenca. Jan Van Eyck. Van Eyck fue denominado por el humanista Bartolomé Fazio como el “Pintor príncipe de su siglo”. El mundo profano y el divino se combinan perfectamente en la tabla. El donante Nicolas Rolin, canciller de Borgoña y Brabante se encuentra rezando de rodilla. La Virgen se le aparece con el Niño Jesús, quien lo bendice. En la terraza vemos unos lirios símbolo de la pureza de María, también se pueden ver una urraca y un faisán símbolos del paraíso terrenal. Las figuras se encuentran dentro del palacio y por la balaustrada se observa un paisaje perfectamente real. La línea ondulante propia del gótico se observa en los pliegues de los vestidos que cae como cascada y en los rulos de la caballera.
Jan Van Eyck.-El Matrimonio de Arnolfini. 1434. (82 x 60 cm) óleo sobre roble. Galería Nacional. Londres. Este asombroso retrato doble atestigua el matrimonio de un rico mercader italiano establecido en Brujas. La pintura está cargada de simbolismos. Para la época en que se pintó la obra, no era requerida la presencia de un sacerdote en la ceremonia, bastaba la presencia de testigos, los cuales se reflejan en el espejo, posiblemente el pintor sea una de las figuras reflejadas; la única vela en el candelabro representa el ojo de Dios que santifica la unión. El rosario de cristal era un típico regalo de compromiso que el novio daba a su futura esposa, el cristal era símbolo de la pureza de la novia. El color verde representaba la fertilidad; aunque la novia no estaba embarazada, se le dibuja en estado de gravidez para aludir a sus futuros embarazos. Santa Margarita se encuentra grabada en la cama con su atributo el dragón, ella era la patrona de los alumbramientos. La escobilla adyacente recuerda a Santa Marta, la patrona de las amas de casa. El perrito, además de dar frescura a la obra, representa la fidelidad. La obra aparece firmada en caligrafía gótica y se lee "Jan Van Eyck estuvo aquí en 1934”. Lamentablemente el matrimonio no tuvo un final feliz, la novia Giovanna Cenami no tuvo hijos y Arnolfini fue demandado por una amante en busca de compensación al ser abandonada.

ROBERT CAMPIN. (1375-1444). También conocido como Maestro de Flemalle o Maestro de Merode. Fue un revolucionario de la pintura, no solo por ser uno de los primeros en utilizar la técnica del óleo, sino también por realizar retratos como temática principal de un cuadro, así pinto a los burgueses y notables de su tiempo. Fue perseguido por motivos políticos y adulterio, no obstante su fama como pintor lo ayudo a evadir la justicia. Junto con Van Eyck se le considera creador del estilo flamenco, en clara ruptura con el estilo del gótico internacional, es decir el decorativismo deja paso a un marcado naturalismo. Igualmente, varios autores lo consideran iniciador de pre=renacentismo nórdico.
Roger Van der Goes.- (Gante 1440- Bruselas 1482) En vida gozó de fama entre los burgueses y la aristocracia, se desempeñó también como pintor de la ciudad. Sufrió de una enfermedad metal por lo cual se retiró a vivir en un monasterio, no obstante sus estados depresivos continuó trabajando hasta su muerte. Intentó suicidarse en 1480 y murió dos años después.
Roger Van der Goes.- Adán y Eva.
ROGER VAN DER WEYDEN. (1400-1464). Fue alumno de Jan Van Eyck y Robert Campin. Fue nombrado pintor oficial de Bruselas en 1436. Representó temas religiosos y notables retratos.
Como buen pintor flamenco, Van der Weyden va a dedicar especial atención a los detalles, el vivo colorido y el realismo de las figuras, a esto se debe añadir el dramatismo que caracteriza sus escenas, como elemento esencial de su pintura. Murió en Bruselas en el año 1464 después de haber trabajado para la alta nobleza flamenca, retratando a muchos de sus miembros. Su obra quizá más famosa es el descendimiento de Cristo.

Roger Van der Weyden. El descendimiento de la cruz.- La atmósfera de emoción intensa es lo más sobresaliente de esta tabla. Nueve figuras de tamaño natural rodean el cuerpo exánime de Cristo. María se desmaya a la de Cristo. El cuerpo de Jesús es sostenido por José de Arimatea la izquierda y por Nicodemo a la derecha. La cruz de reducido tamaño es simbólica del martirio. María Magdalena en el extremo derecho es reconocida por el tarro de ungüento y aceites con los que lavo los pies de Cristo. Las dos ballestas que aparecen en la tracería de ambos lados permiten identificar al donante de la obra, el Gremio de Ballesteros de Lovaina. El cráneo de Adán es un elemento constante en los temas del calvario, alude al triunfo Cristo sobre la muerte.
Roger Van der Weyden.- Magdalena leyendo.-Hieronymus Bosh Y Mathias Grünewald forman parte, junto a otros pintores del norte, del llamado Gótico Tardío; fueron artistas de principio del siglo XVI, que a pesar de desarrollarse en coexistencia con otros pintores renacentistas (Durero, Cranach y Holbein), conservaron sus vinculaciones con la tradición y pensamientos góticos. De tal manera que en el norte de Europa, en la primera mitad del siglo XVI coexistieron las dos tendencias artísticas del gótico y del renacimiento.

Matias Grunewald. La crucifixión

Hieronymus Bosch (El Bosco). (1450-1516), pintor y grabador holandés, nació en la ciudad de Hertogenbosch, no se tiene conocimiento de que haya salido de su ciudad de origen, ni siquiera a la cercana ciudad de Amberes. Su obra, por lo general de temática religiosa e iconografía demoníaca, se nutre de personajes fantásticos y paisajes oníricos que anticipan en cinco siglos el movimiento surrealista.
El taller de pintura familiar fue heredado por su hermano mayor, por lo cual, al crear su propio taller tomó el nombre simplificado de su ciudad natal como distintivo, de allí que se le conozca como el Bosch, que latinizado se convirtió en el Bosco.
Contrajo matrimonio con una joven de familia acomodada, llamada Aleyt van Meervene, lo que le permitió acceder a la alta burguesía. Perteneció al movimiento Devotio Moderna, una cofradía religiosa formada por laicos dedicados al culto de la Virgen y a las obras de caridad. El Bosco destacó como pintor en su época y recibió muchos encargos, incluso Felipe II de España adquirió muchísimas de sus obras que actualmente se encuentran en el Museo del Prado.
Su obra es una crítica religiosa, retrata la oscuridad del alma y de una forma irónica da un mensaje moralista, la condena eterna en el Infierno por los pecados cometidos. Se valió de las fuentes de las costumbres populares para plasmar la debilidad humana, las tentaciones, la ignorancia, la peste, la guerra...
Sus obras se encuentran recargadas del personajes y alegorías sobre el pecado y el Infierno; al final sus cuadros tienen pocas figuras pero de gran tamaño. No obstante sus personajes continúan teniendo algo de caricaturas, con abundante sarcasmo e imaginería.
El Bosco. El jardín de las Delicias. Tríptico. Óleo sobre tabla, (206 cm x 386 cm, compuesto por tres tablas pintadas por ambos lados) Fue adquirida por Felipe II para adornar su dormitorio en El Escorial y actualmente se encuentra en el museo del Prado. Obra cumbre del Bosco llena de símbolos y metáforas. La visión del mundo y de la humanidad es pesimista y El Bosco de una manera irónica y con abundante imaginería trata de dar un mensaje moralizante. El tríptico cerrado representa al tercer día de la creación, un globo terráqueo en blanco y negro.
En la tabla izquierda se encuentra el Jardín del Edén, aparece Dios, en la forma de Jesucristo con Adán y Eva, al lado se encuentra el árbol del bien y del mal (una palmera) con el Diablo enrollado en forma de culebra y en el centro la fuente de la vida. Aunque se trata de un paisaje sobre el Paraíso Terrenal, varios signos indican la aparición del pecado, tales como los animales comiéndose entre sí. El panel central representa la lujuria; para la mente medieval, el acto sexual era pecado y así aparecen hombres y mujeres desnudos en toda clase de relaciones sexuales. Las frutas gigantes representan los placeres de la carne, ya que la expresión medieval "coger la fruta" se refiere a tener comercio sexual. El pecado femenino se representa a través de reptiles, insectos y peces y el pecado masculino con animales voladores. Las estructuras que aprisionan a los personajes como pompas o alambiques significa que el pecado se ha apoderado del alma humana. Al centro del jardín hay un lago, "el baño de Venus", que simboliza posiblemente la fuente de la eterna juventud, a su alrededor hombres y mujeres cabalgan sobre animales. Montar a caballo era metáfora del acto sexual y el baño de Venus significa el enamoramiento, los animales que aparecen son tomados del bestiario medieval. La única persona vestida es Adán, quien se sienta con Eva en la boca de una caverna en la esquina inferior derecha. De acuerdo con escritos apócrifos, ellos se refugiaron en una cueva tras su expulsión del Paraíso. Las cuatro estructuras extrañas con formas fálicas representan los cuatro rincones de la Tierra. Existe una concepción misogena en el cuadro, y en consecuencia se señala a Eva con el dedo para indicar que la mujer es la culpable de las desgracias humanas.
En la tabla derecha, el infierno. La raza humana ha destruido el Paraíso y sólo con grandes dificultades es capaz de lograr la salvación. Se observan muchos instrumentos musicales, asociados con la idea del pecado, así por ejemplo la gaita puede ser un elemento de la homosexualidad. Esta es una tabla oscura en comparación con las otras dos. La parte superior representa un infierno en llama, en verdad se trata de la ciudad natal cuyo incendio fue presenciado por el Bosco. En el medio vemos un cuchillo entre dos orejas, claro símbolo del falo masculino, un hombre=árbol mira directamente al espectador y trata de ocultar las llagas de la sifiles, enfermedad relacionada con el pecado carnal, su tórax está abierto y hueco como una cascara de huevo, debajo hay un lago helado. El frio es también una forma de tortura del infierno. Hay un personaje con cabeza de animal sentado en un retrete, es Satanás que devora a los condenados y los defeca posteriormente en un pozo lleno de inmundicias. Debajo del manto hay una mujer viéndose en un espejo sostenido por unas nalgas, clara alusión a la vanidad. En el fondo del panel se encuentran jugadores torturados por demonios los cuales representan los pecados de la pereza y el ocio, asimismo se ve a un hombre abrazando un cerdo con velo de monja en representación de la lujuria
El Bosco. "El carro de Heno". Óleo sobre tabla. Tríptico. La tabla central mide 135 cm x 1oo cm. y las laterales 135 cm. x 45 cm cada una. Museo del Prado. En la tabla central se representa un proverbio popular flamenco, basado en el profeta Isaías: los placeres y las riquezas van en un carro de heno de efímera existencia. El heno representa las riquezas temporales, objeto de codicia. En lo alto del carro se muestra una pareja de campesinos besándose (lujuria). La lechuza simboliza la herejía, el pavo real la vanidad, las criaturas híbridas los vicios... Guiando el cortejo detrás del carro se observa al Rey de Francia, al Papa y al Emperador de Alemania, de tal forma que todos, ricos y pobres, poderosos y vasallos van por la vida tentados por los placeres y alejándose de Dios. El panel de la izquierda representa el pecado y la expulsión de Adán y Eva del Paraíso terrenal y el de la derecha trata sobre el infierno y el castigo de los pecados.
El Bosco. La Nave de los locos. Museo del Louvre. Óleo sobre tabla.(58 cm x 33 cm).Tema inspirado en las tradiciones de Flandes y la obra satírica alemana "La nave de los necios" de Sebastian Brant y de Erasmo "Elogio a la locura", La barca donde se come, se bebe y se baila va a la deriva; el mástil es un árbol en el cual se esconde el Diablo. El tema central es la monja y el fraile franciscano que en su afán por comer algo que pende de un hilo no se fijan de que están robándole la comida de la mesa. La simbología está presente como en todas las obras del Bosco, la lechuza representa la herejía, la calavera la muerte, el laúd y las cerezas tienen connotaciones eróticas, la media luna musulmana es también símbolo de la herejía, el embudo invertido es la locura, el mar representa los pecados, el ave asada la gula y el cuchillo que se usa para cortarlo es un símbolo fálico, aparece igualmente un cántaro alusivo al sexo femenino. El Bosco denuncia los vicios en que incurre la locura del hombre.
ARQUITECTURA FLAMENCA:
Siglos XV y XVI: gótico flamígero o isabelino.
La renovación de la arquitectura gótica que se había realizado en siglo anteriores dará como consecuencia el denominado "estilo hispano-flamenco", resultado de la fusión del gótico de caracteres flamencos (flamígero) con la tradición del arte hispano musulmán. En este siglo el arte gótico alcanza su plenitud, tanto en las construcciones religiosas como en las civiles, en buena medida suscitado por la necesidad de las coronas de afirmar su dominio territorial, y sobre todo a partir del último tercio del siglo, cuando los Reyes Católicos pretenden crear un estado moderno unificado, potencian el nacimiento de un arte que pudiera representar la unidad de las coronas. De otra parte, la presencia de numerosos artistas provenientes de Flandes y Centroeuropa, determinará el nacimiento de una serie de escuelas artísticas regionales que introducirán los nuevos gustos europeos en la culminación de obras emprendidas en el período clásico y en otras que se inician en este momento. Técnicamente este estilo se va a caracterizar por la complicación infinita de las nervaduras en las bóvedas, la utilización de todo tipo de arcos, el carpanel, el conopial, el escarzano, o el mixtilíneo, y la abundante decoración de finos labrados. Pero además con los Reyes Católicos el gótico se simplifica en estructura, se consigue una clarificación en las construcciones que permitirá que el gótico, como expresión del poder real, se popularice y extienda a toda la península, renovándose en este estilo infinidad de iglesias situadas en el mundo rural y que inicialmente habían sido construidas en estilo románico. Estas últimas construcciones góticas coinciden en el tiempo con las primeras renacentistas, superponiéndose y utilizándose de manera aleatoria los dos estilos, los dos eran validos y novedosos, puesto que en la regeneración del gótico de la época de los Reyes Católicos se entiende que hay un abandono en las formas tradicionales, y se presenta como una expresión del pensamiento humanista, por ello es imposible entender el Renacimiento español sin este gótico final.
Las primeras muestras flamígeras se plasman en la construcción de la catedral de Sevilla (ver foto izquierda), iniciada en 1402 sobre el emplazamiento de la mezquita almohade, de la que se conserva el minarete como campanario, la famosa Giralda y el patio musulmán como claustro de la nueva catedral, cuya construcción se prolonga a lo largo del siglo XV, y se singulariza tanto por sus dimensiones como por su estructura; la planta es de cinco naves de nueve tramos, con capillas laterales entre los contrafuertes, y recargadas de decoración; se cubren con bóvedas de nervadura sencilla, salvo en el crucero.
Con el traslado del arzobispo de Sevilla a Toledo, las formas flamígeras se extienden por Castilla, siendo Burgos y Toledo los focos de mayor irradiación.
Burgos fue otro de los focos que desde mediados del siglo XV acoge la presencia de artistas extranjeros como Juan de Colonia, encargado de las obras de la catedral de Burgos en 1442 comienza a construir la aguja sur y termina la norte, en ellas hay una clara imitación de las formas flamígeras germánicas, en 1454, en las cercanías de Burgos se realiza la cartuja de Miraflores. En 1482 su hijo Simón de Colonia realiza en la catedral la capilla del Condestablecubierta con bóveda octogonal estrellada y calada y clara influencia mudéjar. En Valladolid, vinculadas al taller de los Colonia de Burgos, se construyen las fachadas denominadas "de tapiz" de las iglesias del convento de San Pablo y del colegio de San Gregorio. Estas formas hispano-flamencas llegan a su máxima culminación con la construcción del cimborrio de la catedral burgalesa, en 1539, por Felipe Bigarny, donde se aprecia un virtuosismo artesanal heredado de las formas hispano musulmanas, al igual que ocurre en la catedral de Oviedo, que se puede considerar una de las obras más completas del flamígero.
En Toledo, hacia 1430 se nota la presencia de otro grupo de artistas flamencos que intervienen completando aspectos de la catedral bajo la dirección de Hanequín de Bruselas; en estos momento se construyen la puerta de los Leones de la catedral de Toledo, realizada por Hanequín, y las capillas sepulcrales de San Ildefonso y don Alvaro de Luna. Pero el gran maestro toledano de finales del siglo XV es el francés Juan Guas (1430- 1496), interprete indiscutible de la síntesis de los caracteres flamencos con los mudéjares y los gustos flamígeros del último gótico para configurar el denominado "gótico isabelino", normativo de la nueva arquitectura planteada en el período de los Reyes Católicos; la obra más representativa de este sistema arquitectónico y decorativo es el monasterio de San Juan de los Reyes, emprendido en el año 1477 por Juan Guas en el mismo Toledo, en este edificio la exuberante decoración del gótico flamígero se combina con una estructura de iglesia simplificada en sus elementos y sencilla concepción de nave única y cabecera poligonal. La decoración se utiliza como fórmula de exaltación de las Coronas. Este mismo arquitecto trabajara en el Palacio de los Duques del Infantado en Guadalajara y en el castillo de Manzanares el Real. Los hermanos Antón y Enrique Egas que trabajaran en el hospital de la Santa Cruz de Toledo y en los de Granada y Santiago, asimismo realizan los proyectos de la capilla Real y de la Catedral de Granada.
En Levante, el gótico final flamígero está representado por edificaciones civiles, principalmente lonjas dedicadas al comercio, como son la lonja de Palma de Mallorca y la de Valencia , realizadas respectivamente por Guillem Sagrera y Pedro Compte en las que utilizaron planta de salón cubierta con bóvedas de crucería y esbeltos pilares helicoidales.
Por último hay que citar que durante las primeras décadas del siglo XVI se construyen las últimas catedrales góticas, de 1512 es la de Salamanca y de 1525 es la de Segovia (ver fot izquierda), obras debidas a Juan y Rodrigo Gil de Hontañón que combinan estructuras góticas con elementos renacentistas.
PINTURA FLAMENCA Y HOLANDESA DEL SIGLO XVI
Las intensas realciones mercantiles en el siglo XV enlazaron a brujas con los mas activos centros comerciales y culturales italianos habían contribuido a dar a conocer en Italia la pintura cuatrocentista flamenca. Esto evidenció de manera muy patente cuando recién llegado de Flandes, en 1478, en la Iglesia de San Egidio de Florencia el Tríptico Portinari de Hugo Van der Goes, cuyo realismo y motiva expresividad influyeron en varios maestros en varios maestros florentinos.
Pronto la próspera Amberes se convirtió en un centro pictórico de primer orden, en el cual Quentin Metsys acogio plenamente a muchas de sus obras caracterisicas propias del arte de Leonardo que afectaban tanto a los fondos de paisaje como al dibujo e índole monumental de las composiciones y las calidades de color.
Esa mutua apreciación entre dos producciones artísticas: la de los paises bajos y la italina, que en sus orígenes habían ofrecido muchas divergencias, fue, sin duda, consecuencia de la difusión, desde la segunda mitad del siglo XV, del espíritu humanista.
La penetración del nuevo gusto, renacentista, se mezcla al principio con las concepciones complicadamente elegante, propias del goticismo tardío. Ello es visible en los artistas a caballo de los siglos XV y XVI como dos holandeses que fueron estrictamente contemporáneos y prolongaron su actividad durante todo el primer tercio del siglo XVI: Cornelis Engelbrechtszen, de Leiden (1468-1533) y Jacob van Oostsanen (1470-1533). Este último desplegó su arte en Amsterdam,y aquel fue maestro de Lucas de Leiden (1489-1533), gran pintir, grabador y dibujante. Lucas de Leiden, sin salir de su patria, supo capacitarse del sentidode la espacialidad y el dominio de la figura humana propios de obras italianas que debio conocer atraves de grabados, Lucas de Leiden aparece como un visionario que ilumina con extrañas luces de pesadilla la escena del fuego cayendo del cielo sobre Sodoma. El terreno se hunde y el lago angullese puentes y embarcaciones mientras, lejos del peligro, junto a su tienda, el patriarca Lot se divierte con sus hijas. Correspondió pues a este importante maestro incorporar el formalista renacentismo a la naciente escuela holandesa, tarea que complementarían los llamdos pintores “romanistas, con sus estancias en Italia que asegurarían de un modo definitivo la identificación con las características propias del Renacimiento.
El arte singukarismo de Bosco para partir, estilísticamente, del humorismo de las miniaturas y viñetas satíricas del siglo XV. Con el se dedico aquel artista no solo a zaherir los vicios de la sociedad contemporánea y la relajación que se había apoderado de las ordenes modernistas, sino a describir las debilidades a que el hombreesta constantemente expuesto, y quelo convierten en fácil presa de las asechanzas del Maligno, lo cual situa la producción de este pintor, a menudo muy virulenta de elementos imaginativos propios de un excepcionalosmo temperamento de visionario, en un plano moral e intelectualmente superior.
Faltos de una base cronológica cierta, los modernos estudiosos de su arte solo por deducción han podido establecer en el varias etapas. Se atribuyen a la primera, con la tabla satirica de la Curacion de la locura, del prado, que representa la fingida extracción de una piedra del cerebro de un loco, entre otras obras.
La fluidez compositiva y los purismos cromáticos que se aprecian ya en esta obra se fueron prefeccionando, en la carrera de Bosco, con la realix=zacion de una serie de pinturas de temas multitudinarios, en las que en la progresiva complicación de sus concepciones, fue añadiendo el autor una estupenda riqueza de aciertos progresivos y de color, y de impresionantes fantasmagorías.
Ninguna seguridad hay respecto a la cronología de otras obras de este pintor, como la tabla de Gólgota del Museo de Viena, etc., aunque todas estas pinturas parecen corresponder al periodo en el que Bosco hubo de pintar el hermosísimo tríptico de la adoración de los mago, del prado, obra realista y que sigue dentro del inquieto proceder de su autor la tradición de las anteriores representaciones de aquel episodio.
La calidad, absolutamente original del estilo del Bosco, le sitúa, en cierto modo, y fuera del alcance de cualesquiera influencias. En efecto su caso constituye en este aspecto una excepción en la pintura de su tiempo.
Muy distinta de la pintura flamenca, las obras de retrato o de varios asuntos del holandés Jan Mostaert (1475-1569), que desde su juventud pinto en Amberes, y después en Malinas, mientras Joos van Cleve (1485-1560) seguía en sus composiciones sobre temas religiosos y en sus cuadros de retrato aquella tradición que se basaba, conjuntamente, en el manierismo a la italiana y en el realismo de inspiración humanística.
Malinas fue la capital de los paises bajos durante el gobierno de Margarita de Austria, como corte de esta provincia, un floreciente centro de actividades artísticas que temporalmente rivalizó con Amberes. Alli se inició como pintor de retratos el bruselense Bernaert van Orley (1488-1541), que sin visitar Italia supo asimiliar de un modo magistral, n su posterior etapa qe transcurrió en Bruselas, la plenitud de la pintura italiana del pleno renaciiento, y cn el holandés formado en Amberes Pieter Aertsen, introductor en su país de un pintura de asuntos domesticos propios de la clase rustica.
Pero la definitiva incorporación al arte de los paises bajos de los principios de la pintura italiana de aquella época fue fruto de la generación siguiente, la de los romanistas flamencos u holandeses (Michael Coxie, Jan van Scorel, entre otros.)
En el siglo XVI la pintura, tanto Flandes como en la parte septentrional de los Paises Bajos, se dio un importante fenómeno individual de que ella discrepo notablemente y que tendría fructíferas concecuensias para el arte pictórico posterior, sobre todo en la pintura que durante el siglo XVII se dedico a evocar escenas de la vida campesina en las escuelas flamenca y holandesa.
Pieter Bruegel artista holandés, el ejercicio que practicó tan largamente, había encaminado su interés hacia la figura humana, sobre todo en composiciones en las que se reproducían grupos con diferentes personajes y aunque nunca desempeñó el estudio del paisaje, su afición al arte del Bosco y su interés por los problemas del color, por una clra preferencia por los matices puros, reforsaron la el atractivo que sentía por la presentación del hombre, no como individuo, sino en un aspecto colectivo, como entre formando parte del conjunto de la sociedad. Se trata de cuadros que por lo común tienen el significado de representaciones plásticas de parábolas, moralejas o refranes populares; de ahí gran parte de sus obras pintadas tengan el lugar gnómico que evidencian también muchos de sus grabados.
Trató temas religiosos de un modo que recuerda el estilo del Bosco, pro en varios casos el sentido de sus asuntos evangélicos se diluye en el valor panorámico del paisaje y el bullicio de las muchedumbres representadas en los cuadros.








ARQUITECTURA HOLANDESA
Bélgica y Holanda.- Por su situación geográfica estos países reciben de forma temprana y directa el arte gótico francés. Su gran prosperidad durante el siglo XV, explica la suntuosidad de su arquitectura gótica flamígera. Predomina la arquitectura civil, en la que una burguesía acomodada, agrupada en gremios de artes y oficios, levantan casas corporativas y en las plazas de las ciudades se edifican soberbios ayuntamientos como los de Lovaina, Brujas o Bruselas, lonjas de contratación, entre las que destaca el reconstruido tras la primera guerra mundial Halle des Drapiers de Ypres. También abundan viviendas particulares, que se caracterizan por el remate denominado de piñón, de forma escalonada y triangular de gran altura, los tejados suelen ser altos y de gran pendiente. En la actualidad se pueden encontrar algunas calles aún como en la Edad Media, como por ejemplo el Grasslei o muelle de la hierba de Gante, la plaza central de Delft o la Grand´Place de Bruselas.
Ayuntamiento de Brujas
    Grasslei o muelle de la hierba de Gante
    Ayuntamiento de Lovaina
    Ayuntamiento de Bruselas